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¿Sabés qué es la economía circular? Acá te contamos de qué trata y cómo podés aplicarla en casa!

Antes de empezar a hablar de cómo podés aplicar la economía circular en tu casa, es indispensable primero hablar de su significado, ya que existen muchas definiciones alrededor de ella y esto hace más complejo que se pueda aplicar a la vida cotidiana.


La economía circular se inspira en la naturaleza, precisamente en su funcionamiento cíclico. Un claro ejemplo es el proceso de absorción de luz solar de una planta y de esta manera hacer sus hojas crecer, seguidamente el suelo se enriquece y se generan nuevas semillas, listas para dar inicio a un nuevo ciclo.



Entonces, eso mismo es lo que pretende la economía circular, propone hacer uso de los recursos que ya se tienen con un aprovechamiento óptimo y aplicando la reutilización, lo que trae consigo una reducción de residuos y un cuidado del medio ambiente más consciente.


Si se piensa en la economía circular aplicada al mundo empresarial y de desarrollo de producto, tenemos como ejemplo el caso del desarrollo de equipos en STIHL, para crear cada uno de ellos se aplican 3 puntos clave de economía circular:




1. Se diseñan productos de mejor calidad.


2. Estos productos van a durar más tiempo.


3. Con el pasar del tiempo, se pueden reparar y hacer mantenimiento para alargar su vida útil.




Ahora bien, llevando todas estas definiciones a la vida cotidiana, definitivamente existen diversos caminos que podés tomar para que tu hogar y tu vida sean más sostenibles.


5 caminos para aplicar economía circular en casa


1. Repará


Recordá que el principal objetivo de la economía circular en casa es reducir la cantidad de residuos generados. Entonces, siempre que algo falle en tu hogar, la primera opción que debés buscar es reparar antes que desechar. Esto lo podés aplicar desde lo más simple, como la ropa, que puede ser remendada o reutilizada como un trapo para las tareas de limpieza; hasta un electrodoméstico, siempre existirán técnicos que pueden ayudarte a repararlo.



2. Dar a la ropa una

segunda oportunidad


Esta es una de las estrategias que está en tendencia últimamente y es algo muy positivo, ya que cuando adquirís una prenda de segunda mano estás dándole una segunda vida a algo que pudo convertirse en desechos, y por supuesto, es un hábito de consumo responsable. También podés revisar en tu ropero aquellas prendas que ya no utilicés, verificar que estén en perfecto estado y podrías donarlas a alguien que las necesite o venderlas para apoyar alguna causa social. Esto es un claro ejemplo de un ciclo de utilidad.



3. Consumí responsablemente


Este es un punto que tiene mucha relación con el anterior y es que el consumo responsable abarca diversos puntos, como comprar lo necesario y apoyar a los productores locales. Es vital, no solo para el planeta sino para todos: valorar muy bien cada compra. Antes de hacer una compra podés responderte estas preguntas ¿Lo necesito realmente? ¿Es duradero? ¿Dónde lo fabricaron? ¿Qué tan sostenible es?

Entonces, recordá estos dos puntos clave: compra responsable y local, cuando hacés la segunda estás reactivando la economía de la comunidad y el consumo responsable ayuda a reducir la huella de carbono de todo lo que el ser humano consume.



4. Hacé compost en casa


Para que se dimensionés el impacto de los residuos orgánicos, es importante que sepás que estos componen un 40% de la basura que generamos día a día. Así que el mejor consejo que recibirás aquí es crear un cubo de compost en tu casa, es de gran ayuda y muy eficiente, ya que todos los residuos alimenticios que se generen en tu hogar se convertirán en abono para las plantas.

Lo mejor es que es sumamente fácil hacer compost, sólo necesitas un balde o caja vieja, e ir alternando entre desechos húmedos y secos. Te dejamos una guía de cómo hacer compost en casa dando click acá.


5. Ajustá tu consumo de energía y agua


Esta última recomendación no solo parte del hecho de pretender reducir el precio de tu factura del mes, sino porque esto ayuda enormemente a la madre tierra. Es tan simple como apagar las luces que no necesitás y dejar encendidas estrictamente las necesarias, desenchufá electrodomésticos que no estés utilizando, disminuí tu tiempo en la ducha y reutilizá agua de lluvia para las plantas. Todas estas pequeñas acciones crean un gran impacto.

Como ves, son acciones y comportamientos que no representan mayor esfuerzo en tu modo de vida pero que definitivamente hacen toda la diferencia. No está de más que compartás esta información de valor con más personas, son pequeñas acciones que sumadas a muchas personas se convierten en millones.


¡Convertite en un EXPERTO STIHL aplicando estos consejos en casa y compartiéndolos con otros!

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